Los orígenes de esta Fundación se remontan al el crimen de Elenita Yáñez Roa, una niña de sólo 5 años que fue violada y asesinada en Talcahuano en 1996. Conmovido e impactado por el dolor y la indefensión de la familia de Elenita, Andrónico Luksic Craig decidió ir en su ayuda, reuniendo a un grupo de abogados para que los representaran de manera gratuita. Esta fundación nace en 1998 por la necesidad de amparo por parte de familias afectadas y su clamor de justicia ante estos crímenes.